Transigir



Esta foto tiene tantos años, más de una década, cuando la veo... son tantos los recuerdos
💔💔💔💔


Que conversación de lo más extraña la de hoy, hace más de veinte años que nos conocemos. Cada una intento ser lo más madura posible, las lágrimas no faltaron, pero sabíamos que el día iba a llegar. 

Las palabras se escapan, y salen a la luz esas verdades que no queremos escuchar. 

Te veo feliz y contenta, una vida llena de oportunidades y caminos que recorrer. 

En cambio, para mi fueron dos meses de completo silencio, donde me perdí de participar en algo, que ansió mucho. 

Nuestra relación, quedo como esa de hermanas distanciadas, sabemos que en los momentos críticos vamos a estar la una para la otra. Pero en el medio, se van a crear profundas grietas de soledad, distancia y silencio. 

Es un acuerdo de ambas partes, doloroso para las dos. Pero la gran diferencia, es que me quede sin esa conexión vital, ese talismán que me conecta con todos los aspectos de mi vida. 

¿Qué le pasara a Constanza hoy? ¿Deberé tener el celular prendido toda la noche? ¿Puedo irme un fin de semana tranquila? ¿Puedo ocuparme de esta cosita que llevo en la panza, sin estar pendiente de ella? ¿Tendré que sacrificar más horas de mi vida, para contenerla?... esas preguntas me pesan, porque existen y están llenas de verdades. 

Detesto que la lógica gane sobre el amor, pero supongo que la vida es así. 

Por eso, en estos meses intenté ser lo más responsable que pude con mis acciones. Soy una persona cruel, porque soy consciente de que genero esa buena energía, me apego a los demás, y los lleno de amor. Pero luego se los quito, no lo hago de forma intencional, créanme que lo hago porque pienso que puedo tener un futuro genial al lado de cada uno/a. Pero siempre pasa algo, y me pesa mucho todo esto. 

Entonces, lo que últimamente intento hacer es, todos los días intentar alejar un poquito a cada una de las personas que me rodean. De esa forma, la relación se va difuminando, hasta que un día no me recuerden o por lo menos no me tengan en cuenta. Es la única arma que encontré para utilizar, de una forma no tan cruel. 

Últimamente estoy más triste de lo que quisiera, el peso de mis pensamientos, sobre mi futuro me ahogan todos los días. Pude avanzar en algunas cosas, pero se sostienen con un hilo, son tan frágiles... 

Este no es un buen año, el anterior lo fue, aun con sus momentos de suma oscuridad. Hoy simplemente estoy perdida y cansada, siempre intente promover la idea de fortalecer los lazos humanos, entre las personas que vas conociendo a lo largo de tu vida. 

Ya no tengo ganas, mucho menos de volver a empezar. 

Sospecho que nada es para siempre, por eso, trato de sembrar la idea de que hay un mundo de genialidad ahí fuera, esperando. 

Algunas cosas van a desaparecer, personas y lugares que me hacían bien van a esfumarse y está bien, es el proceso de la vida misma. Lo pase muchas veces a esto, optaba por quedarme con lo mejor de cada cosa, y salía a buscar una vez más a esas personas o lugares. Pero hoy... ya no, mi deterioro y energía no me lo permiten, tampoco tengo ganas, y no le veo el sentido. No estoy lo suficientemente fuerte, como para resistir el encuentro con la felicidad y luego perderlo de nuevo. 

Estos días fueron pésimos, pero escogí reír antes que llorar, y todo salió bastante bien. Aun cuando me iba a dormir en llanto, y con una depresión horrible. 

Pienso que nadie logra entender esta lucha interna, lo intenté muchas veces, seguí peleando e intentando ver lo positivo que podía encontrar en la vida. Soñaba con futuros increíbles, llenos de alegría, mientras fantaseaba con conocer a un sin fin de personas. 

Por eso me molesta cuando me repiten una y otra vez, que soy una ciega de mierda, por no ver lo hermoso que podría ser el futuro. Claro que lo veo, lo pienso y lo sueño como dije más arriba. No se dan cuenta el daño que me hace, porque LO VEO, pero no llego a tocarlo. Y cuando estoy cerca, me disparan un dardo electrificado, que sacude mi cabeza y me hace pensar lo peor de todo. 

Esa línea, entre estar y no estar, es tan delicada... es algo que no cómo trasmitir. No como contarle a los demás esa parte, para ellos, tomar un vaso de coca cola es algo común y corriente. Para , puede darme la suficiente felicidad momentánea, para no empastillarme hasta la muerte. 

La verdad, que no me siento tan mal hoy, pero que esto que sucedió me va a traer una tristeza profunda en los próximos meses. Encima tengo tantas cosas guardadas a punto de estallar, y no me animo a decirlas. 

Cuanto lo lamento. 




Entradas populares de este blog

Épocas

Sinfonía agridulce