Cristales rotos

Hoy te recuerdo. No puedo dejarte ir y mucho menos olvidarte. Fueron pocos años, pero sentía felicidad. No te culpo, lo sé, soy difícil de digerir. Tampoco ibas a tener un futuro conmigo. Ese día sangré por todo mi cuerpo. No soy egoísta, por eso te entendí...

 Pero reconozco que fui y soy una pelotuda, por intentar detenerte. A menudo pienso cómo sería ese futuro que tanto soñaba. Hoy daría mi vida, solo por cinco minutos de tus manos acariciando mi pelo.



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