Mi historia...
AGLOMERACIÓN DE EMOCIONES
¿Cómo debería comenzar esta historia?. Tal vez por el final, creo que sería una buena idea. Me gustaría no ponerme el chip literario que tanto amó, en su lugar debería escribir como si se tratase de un relato cotidiano, una pequeña historia que le narras a tus amigo/as.
¿Cual es mi primera idea?. La de dejar esta historia de forma online, para mis compañeros/as en forma de píxeles, para mis cercanos y… porque no… para desconocidos, tal vez encuentren algo que los ayude y no tomen mi mismo camino.
Pocos conocen la oscuridad en la que estoy sumergida y los sombríos secretos que guardo. Mi nombre es Contanza Celeste, tengo 27 años, próximamente uno más, en Junio. Actualmente estoy acompañada por una ayudante terapéutica casi todo el día. ¿Su trabajo? Contenerme de forma exhaustiva y controlar la administración y asimilación de fármacos, ¿Por qué?, porque mi mente está completamente destruida. Muchos me confunden por una persona agraciada, humorista y con buenos sentimientos, pero solo unos pocos se dan cuenta, de que es una máscara. A lo largo de la vida aprendí que es mucho mejor responder con una broma, antes que mostrar lo que realmente soy y el dolor que se esconde detrás de esa máscara tan peculiar. Las personas por lo general cuando se topan con almas atormentadas como la mía, prefieren mirar para otro lado, no los culpo. Yo traigo problemas, tristeza, soledad y malos consejos. Muestro un costado de la vida que nadie quiere conocer, incluso ni siquiera mirar. Soy un fiel retrato de lo que les pasa a los humanos que nunca logran ponerse de pie y poco a poco se aíslan. ¿El resultado? El que voy a contarte ahora. En noviembre del año pasado (2023), cometí lo que para muchos fue un acto egoísta y de mal agradecida, pero ¿ellos que saben?, cómo pueden juzgarme si son personas que nunca intentaron entenderme. Para unos pocos fue un acto de desesperación. Sin dar más vueltas, este acto fue el de intentar terminar mi vida, a través de la asfixia. Ese día recuerdo que no fue diferente a ninguno de los otros, simplemente era una idea que daba vueltas por mi cabeza hace ya mucho tiempo. Solo lo hice, busque los restos de cable que habían quedado hace un tiempo de la instalación de internet, la famosa fibra óptica, fui al baño y con banquito que tengo, me subí hasta el ventiluz, ate un extremo e hice un intento de nudo de horca, uno que vi en videos. Luego de ponérmelo en el cuello, solo le di un pequeño empujón a ese banquito. ¿Qué es lo que se siente en ese momento? JA!, en primer lugar un sonido feo dentro de tu garganta, el corazón late mucho más fuerte pero en armonía, él sabe lo que sentís y te acompaña. El que no lo hace es el cerebro, que intenta por todos los medios posibles salvarte de esa situación. Mis ojos sentían mucha presión y poco a poco se te nubla la visión. Algunos dicen que en tus momentos finales ves pasar la vida delante de tus ojos, pero en mi caso mi mente reprodujo imágenes felices de mi niñez, como si fuese un video al que le das play. Por alguna razón ese día, mi amiga y compañera de vida, tuvo la idea de pasar por mi departamento, como lo hace diariamente, pero esta vez en este horario específico. Quería cenar y mostrarme una serie que le había encantado. Lo único que recuerdo en ese momento fue un grito, que hasta el día de hoy, no se si fue real. Lo próximo que recuerdo es estar en esa maldita ambulancia, algo a lo que desde chica le tenía miedo. Fue un mes de mierda, repartido en el hospital y otra gran parte en una instalación donde supuestamente ayudan a las personas que tienen estos comportamientos. ¿Cuál fue el diagnóstico final?, depresión mayor, trastorno límite de la personalidad y una especie de trastorno postraumático. Hoy tomo mas 4 tipos diferentes de pastillas las cuales, en teoría, me ayudan a mantenerme estable.
Estos últimos meses algo que me ayudó mucho, fue encontrar refugio en la vida online. Mi terapeuta me dijo que es una forma de volver a generar lazos, de los cuales puedo escapar rápidamente si así lo deseo, ya que me protege una pantalla. Lamentablemente en estos mundos online, mi participación es casi nula, solo me gusta ver a las personas interaccionando entre ellas, observarlas desde lejos. Ya que mi capacidad social es extremadamente limitada, no soy capaz de hablar con alguien sin ponerme incómoda y nerviosa, a tal punto, que por lo general, simplemente respondo alguna humorada para escapar del momento. Tardé aproximadamente cuatro meses en hablar con alguien nuevo y desconocido a través de una aplicación con mi voz. Debo dar las gracias a esa persona, desde los primeros días sabía de mis limitaciones, nunca me presiono y dejo que todo fluya. Algo que pocos saben es que como consecuencia de mis acciones, mis cuerdas vocales quedaron muy lastimadas, ya que al vibrar cuando intentas hablar, me genera dolor. Algo que va a llevar muchos meses reparar.
Pero después de todo lo que conté, ¿qué sigue?. Esto es una confesión de lo más oscura, yo se que voy a volver a intentar lo mismo y esta vez voy a buscar hacerlo bien. En este momento casi nada me detiene, simplemente puedo tomar 20 pastillas juntas esta noche y dejarme ir. Pero la pregunta real sería ¿Por qué? ¿Por qué ese odio hacia la vida?, y acá es donde nadie entiende. El dolor que sentís por dentro, no es algo físico, es mi mente totalmente destruida. Yo solo funciono diariamente, no hay un camino que me traiga felicidad para continuar. Y lo más importante, YO NO quiero seguir.
¿De dónde nace este dolor tan intenso, que me devora todos los días?. Debiera empezar por el principio. Nací un día de junio de 1996, fruto del amor entre mi mamá y mi papá. Mi madre Psicóloga y mi Padre Ingeniero. Mi familia estaba compuesta por ellos dos y mi única abuela. No tengo hermanos, ni tampoco parientes cercanos. Poco es lo que recuerdo de ese tiempo, hasta que llegue a mis tres años, uno de esos días se transformó en la primera piedra que iba a tener que cargar hasta el día de hoy. Ese asqueroso 3 de diciembre de 1999, mi mama ingresaba a un hospital por un malestar general, no tengo casi imágenes de esos momentos, solo a ella en una cama mirando televisión. Tenía un cáncer avanzado del tipo melanoma, se le había dispersado por todo el cuerpo hasta llegar al cerebro. Nunca voy a olvidar ver a mi papá llorando escondido esos días, no entendía qué pasaba. Yo pase a quedarme con mi abuela, así durante varias semanas, no me dejaban ver a mi mama y mi papá se quedó con ella hasta el final. Cuando él volvió ya no era el mismo, todo había cambiado. Así pasaron unos pocos años, empecé el colegio, y la vida parecía seguir, como si no le importara el desastre que dejaba a su paso. Hasta hoy no soy capaz de procesar el daño que me dejó la pérdida de mi querida mamá. Algo que me di cuenta es que mi papa busco refugio en los videojuegos, algo que heredé con mucho cariño, le encantaban. Esta época es un poco confusa para mi, los recuerdos son extraños y sin sentido. Pero bueno, no se podía poner peor ¿verdad?, concepto de lo más errado si los hay. A la vida no le importas una mierda, y te va a poner de rodillas las veces que quiera, y sin preguntarte.
Quien iba a pensar que a mis 9 años, durante una visita al zoológico, mi papá se iba a desplomar frente a mi, sin razón ni sentido. Pensé que era una broma, un chiste de los que le gustaba hacer. Pero no, mi papá frente a mis ojos estaba sufriendo un infarto. Ese momento fue el que más me marcó en toda mi vida, no sabia que carajo hacer, simplemente me congelé, mientras las personas de ahí intentaban ayudar. Esa escena la tengo grabada en mi cerebro y nunca la pude sacar. Mi próximo recuerdo es estar sentada otra vez en un hospital y mi abuela mirándome, en ese momento me di cuenta que me había quedado sola. Ese mismo día deje de crecer, simplemente es como si el tiempo se detuviera. Todo dejó de tener sentido, pase a ser una persona que funcionaba respondiendo a los estímulos y así crecí. Aprendí a ser una mujer por cuenta propia, emulando lo que veía de las demás, no tenía a nadie que me aconsejara. Déjenme decirles, que crecer sin padres es una de las cosas más terribles que te puede pasar. Y así es como todo se hizo una bola de nieve. Nunca pude aceptar las pérdidas que tuve, las guarde en lo más profundo de mi ser y mientras pasaban los años se transformaron en un demonio enorme. No importa cuanto lo intente, ese demonio siempre esta, es como un agujero negro, que se activa apenas sentís un poco de felicidad. Esa frase que dice, el tiempo lo cura todo, pues NO, es una vil mentira, o por lo menos así es mi experiencia, tal vez si hubiera tratado mis problemas antes… quien sabe…
Hoy vivo del pasado, me da un poco de vergüenza esto, sé que no es sano, pero los recuerdos me invaden a todas horas del día. Soy capaz de llorar sin control mirando un dibujito animado que disfrutaba de pequeña o ver una foto de mi pasado. No estoy orgullosa de lo que soy actualmente, pero es lo que me salió ser. El pasado es algo que me genera mucha felicidad y no lo quiero dejar ir, tampoco sé cómo hacerlo. Es uno de mis refugios, como un templo al que puedo viajar cuando me pierdo en esos bosques tan oscuros. Confieso que me gusta mentirme a mi misma e imaginarme un mundo totalmente diferente, el cual es un mecanismo bastante peligroso. ¿Saben cual es el dolor más grande en esta vida? No sentirse querido/a o amado/a por otros seres humanos. La indiferencia dios mío, puede causar un daño enorme.
Mientras más aplico la lógica, más me dice que todo es en vano. VAS A SEGUIR SUFRIENDO Y VAS A SEGUIR PERDIENDO. Tal vez este mundo y esta vida actual no están hechos para todos/as.
Estos últimos años fueron los peores, es cuando empezás a sentir esa acumulación negativa. Me cuesta hasta hacer lo más básico, como levantarme de mi cómoda cama. Dormir se convirtió en mi mecanismo de defensa más filoso, si bien puedo dormir poco tiempo debido a los terrores nocturnos, una vez que logró entrar en el sueño, se convierte en anestesia para mi cuerpo.
Transité mi transformación a adulta lo mejor que me salió. Un día a la vez. Pero el peso de esa bola de nieve se hacía cada vez más sofocante. Me empecé a aislar en mis pensamientos, desarrolle un miedo grande hacia las personas, no me gusta hablar ni mirar a los ojos, estos revelan mis sentimientos. Hacer cosas que a cualquier persona le resulta cotidiano se transformó en una lucha interna, salir a la calle para comprar algo me resultaba extremadamente conflictivo e incómodo. Una persona sana nunca va a entender lo que siente mi cuerpo en esos momentos. Es como si fueras a morir, tu piel se enfría, las palabras no salen, sentís miedo y temblores por todo el cuerpo, solo querés escapar corriendo de esas situaciones. Mi vida sentimental se caracterizó por ser de lo más turbulenta. Solo tuve una pareja, de él aprendí mucho, pero se alejó casi sin dudarlo. No lo culpo, hay personas que simplemente no tienen arreglo y no es justo hundir a los demás en la miseria. Una frase que me dijo fue “las cosas rotas pueden guiarte a la locura”, estoy segura que es de una película, pero hasta el día de hoy no se de cual.
La pandemia debo reconocerlo, me ayudó, todo pasó a ser online, trabajo, compras, etc. Es verdad que acentuó aún más la soledad, pero me hacía sentir muy segura. Todo me resultaba más fácil, pero mis demonios crecían mucho más rápido. Lo malo de todo esto, es que a veces las personas me hablan, pero lamentablemente no puedo corresponder con la misma intención, eso me causa mucha tristeza.
Llegando al final de esta historia, me gustaría contarles mis vivencias online de los últimos meses, que me ayudaron a distraerme y me generaron los suficientes estímulos para divertirme aunque sea un rato, y por supuesto, aprender un montón de cosas de diferentes personas. Es verdad que hubo momentos en que la pase horrible, pero forma parte del aprendizaje que me dejaron estas experiencias
Cada una de estas personitas que conocí tenían su propia aura. Algunos buenos, otros complicados y uno de lo más caótico, siempre trate de dejar una marca en ellos/as, algo para que me recuerden. Siempre fue un deseo que tuve, vivir en los recuerdos de los demás, sea para bien como para mal, es una forma de mantenerme viva. Me gustaría nombrar a los/as más importantes, pero siempre la parte buena, no es justo nombrar lo malo, eso me lo llevo y lo pongo en un cofre debajo de mi cama. Me hice amiga de una jugadora que se dedicaba a comerciar dentro del juego, por alguna razón generamos un pequeño lazo, ella me contó un poco de su historia y yo le respondí con un poco de la mía. Lo que más me llevo de ella fue su honestidad y aura protectora. Lastimosamente dejó de jugar de un día para el otro y nunca más la volví a ver conectada, todo gracias al Señor del Abismo, que la mataba sin parar junto a sus esbirros. De este último aprendí sobre el caos, y vaya a saber porque, pero me empezó a gustar esa aura, aunque tenía una contraparte, ese caos no era neutral, era bastante maligno, y como si fuera poco me mintió, yo me sentí usada también, pero siempre voy a estar agradecida por las cosas que aprendí de él y el lugar que me dio. Pocos saben que en ese lugar, muchos usuarios me escribieron, con amenazas e insultos, nunca lo dije, pero fue bastante agobiante, todo por defender a esta persona caótica y su reino, se la agarraron conmigo. Al final de mi estadía conocí a la última persona, con la cual ya no hablo, pero todo empezó con un mensaje, diciéndome si podía reaccionar a su propuesta sobre un “mod”. Este jugador fue el que me abrió los ojos sobre la situación de ese reino y las cosas que hacían, fue algo molesto de digerir la verdad. Terminé saliendo de esas tierras y me fui con un gran enojo, que tengo hasta el día de hoy. Pasaron unas semanas y decidí buscar otras tierras, pero con un objetivo en mente, pasar lo más desapercibida posible, no quiero que se repita de nuevo lo anterior, solo quiero estar y observar sin que me agobien, hasta ahora parece ir todo bien y creo que va a ser el final de mi temporada online, me voy a despedir en ese lugar. Acá conocí a una sola persona, ni siquiera se porque paso, fue la única que me dio pelota, es al único que le conté parte de mi oscuridad, sabe realmente que me paso. Creo que ese día que le conté fue como una especie de liberación, ¿y que aprendí de él?, aprendí sobre la energía y una supuesta colmena, a la cual le tengo mucha curiosidad y ganas de visitar lo más rápido posible. Y como final total, no puedo dejar de nombrar al gran Señor “G”, conocido como BAROTRAUMA, ya van mas de 15 años que nos conocemos, como buena pelotuda que soy este último tiempo lo aparte y deje de hablar, se que si sabe de la intención que tengo sobre mi final, es capaz de venir a buscarme para retarme. El y su grupo siempre estuvieron, nunca me soltaron la mano, y ya no es a nivel online, es a nivel vida cotidiana la ayuda que me dieron, aprendí casi todo lo que sé sobre juegos por él. Sé que se va a enojar por mis pensamientos, pero voy a vivir en tus recuerdos de por vida. Destacó toda esta parte online que es la última que viví, porque es la más presente que tengo y son las personas que actualmente me dan un poco de su tiempo. ¿Es de lo mas triste no? Dar tanta importancia a estas comunidades online. Pero me mantuvieron distraída y no solo eso, me dieron un poquito de calor humano, algo que siempre voy a agradecer. Por eso estas tierras online les tengo tanto cariño y son tan importantes para mi..
Y así es como termina todo, no más secretos, soy esto. No me juzguen, seguramente no entiendan lo que siento, pero tal vez en algún momento alguien recorra este camino también. Esta historia es desprolija, pero prefiero que sea así, es más humana. Y como siempre pido, los que me conocieron, espero que me dejen vivir un rato en sus memorias.
Belén, no me olvide de vos, pero no te voy a incluir acá, sos demasiada preciada para mi, me invade el miedo, porque sé que nunca voy a poder pagarte lo que hiciste por mi en los últimos 20 años, mi amor es puro para con tu persona, sos lo mejor que me pasó en la vida.
Como pensamiento final, debiera decir, midan las palabras que salen de su boca y dedos, no saben el daño que pueden causar a ciertas personas. Por otro lado nunca subestimes lo importante que podes ser para otras personas, y como dedicar solo un poquito de tu tiempo, puede cambiar el día de alguien. Si te sentís solo/a y con mucha angustia no dudes en hablar, aunque sea con un extraño/a. Esa nube de oscuridad que se forma en tu cabeza se convierte en una tormenta sin fin y se hace imposible navegarla.
Final de la tormenta.