Apagar mi vida, a tiempo

 

Este relato, lo fui armando hace unos días. Va a ser como un intento de exploración y búsqueda de respuestas. Intentar explicar, que es lo que soy y como es que funciona mi cerebro. El 99% de las personas que conocí a lo largo de mi vida, no entienden, ni saben como reaccionar a personas como yo. Por eso, me gustaría intentar, narrar lo que siento. No tengo idea, si va a servir de algo. Pero, espero que llegue a personas que buscan entender a alguien así, o, que tal vez, están pasando por lo mismo. 


 Voy a empezar haciendo un preludio, de quien soy. Me llamo Constanza, y si, tengo segundo nombre, pero lo odio. Tengo un apodo, me dicen Cuki. Me lo pusieron cuando tenía 11 años. A esa edad, nunca me gusto que me llamen así. Pero, hace bastante que lo acepte, es una muestra de cariño, y una identidad única, que me dieron las personas que me quieren. En el universo online, me conocen como Konnycus, un “nickname” que me invente hace más de 13 años. Siempre me lo acortan, y me terminan llamando Konny. Aunque, me gustaría, que me llamen Cuki. Tampoco es que se los comunique, pero bueno, es un deseo. 

Resumiendo, un poco lo que fue mi vida, debería tocar los temas más importantes, o, por lo menos, los que más me marcaron y me terminaron llevando por este camino. 

Con 3 años, perdí a mi Mamá, por una enfermedad, muy odiada en estos tiempos, el cáncer. Este periodo, es un poco borroso, era muy chica, y solo tengo imágenes muy sueltas. A mis 9 años, perdí a mi Papá, de un infarto. Este momento, que lo recuerdo, porque paso frente a mis ojos. Son imágenes, que se soldaron, en mi mente, para nunca irse. Tenía una abuela, con la cual, nunca me llevé bien, jamás encontré una buena explicación para esto. Me “acompaño” hasta los 16 años, sin embargo, ya hacía más de 3 años que no vivía con ella, por más que sea mi tutora legal. Desde los 13 años, vivo con mi mejor y única amiga, Belén y su familia. Nunca termine de encajar, pero me dieron una cantidad de amor, difícil de describir en pocas palabras. 

No llegue a conocer a mis otros abuelos, ya que habían dejado este mundo, mucho antes que mis padres. No tengo hermanos/as, ni tíos, ni primos/as. Prácticamente, no tengo ningún tipo de familia. Realmente, estoy sola, sola... Si, tengo a mi amiga, pero no es lo mismo. Sin familia, perdes la identidad. Esto siempre me costó explicarlo. Sentis un vacío enorme, no perteneces a ningún lado, tus raíces desaparecen. Y de proto, te encontras, con que sos una hoja, que el viento se la lleva. Me hubiera gustado conocer mucho más, sobre esta familia, que no tengo. Los “profesionales” que me trataron a lo largo de mi vida, muchas veces, me dijeron, que esta enfermedad, que tengo, suele ser hereditaria. Podría haber encontrado más respuestas 

 

Mi enfermedad

 

Esta indeseable, apareció a mis 16 años. Si me pongo a pensar, ya la tenia de antes, pero me la diagnosticaron a esta edad. Fue con mi primer Psicólogo. En ese momento, no parecía tan grave. Era una combinación de desgano con tristeza y no encontrar mucho sentido a las cosas en general. Era adolescente, y parecía normal que la tuviera. ¿Quién es? La depresión, tocando la puerta de mi corazón. Es como un hombre hueco, que te acosa desde el bosque. Esperando, trabajando tus pensamientos. En el momento que bajas la guardia lo suficiente, te atrapa y drena toda tu vida. El tiempo se detuvo, mi madurez se congelo, a esta edad. No volví a crecer desde entonces. ¿Qué significa esto? Significa, que tu cuerpo, sigue un camino, y tu cerebro otro. Físicamente, me hago más vieja cada año. Pero, mi mente, sigue siendo la de esa adolescente perdida. Y es por eso, que, al día de hoy, soy como soy. Una boluda, infantil. Tengo 28 años y sigo mirando dibujitos, leyendo chistes verdes y comportándome como una nena pequeña. No tengo la madurez suficiente, para la edad que tengo. Si, algunos lo tomaran como gracioso y hasta adorable. Déjenme decirles, que no lo es. Al no crecer, y, sobre todo, no tener a mis padres. Me limito mucho la parte social. Nadie me explico, como carajo tengo que ser una mujer. Todo me lo aprendí viendo películas y emulando a otras. Siento que no soy completamente yo misma, en esta faceta. 

A lo largo de los años, todo fue empeorando, cada hora que pasaba, se complicaba más y más. Hasta que un día, me dio un ataque maníaco. Perdí el eje de quien soy, mis emociones tomaron el control, no había consecuencias a la vista. Me puse a gritar, toda la percepción que tenía sobre , desapareció. De pronto, sentía que golpear a mi amiga, estaba bien y justificado. Intentar acabar con ella, era mi mayor deseo, y lo quería hacer. Reaccione a ese sentimiento, que me invadió. El resultado de esto, fue desastroso, ella se asustó demasiado, no entendía lo que pasaba. Uno de sus hermanos, me agarro, me tiro al suelo y no me dejo moverme. Su padre llego y lo próximo que recuerdo, es el hospital. Al día siguiente, automáticamente, me derivaron, a un establecimiento psiquiátrico. El cual visito bastante seguido últimamente. 

Acá es donde cambio todo, con 18 años, mi diagnostico cambio. No solo era depresiva. Tenía algo más, que lleva el nombre de TRASTORNO BIPOLAR. Esta señora, me está acompañando, desde hace 10 años. Después de ese diagnóstico, todo se terminó. Ya no era Constanza, era otra cosa. Deje de existir por completo. 

¿Qué se siente tener esta enfermedad? 

Bueno, voy a contar, lo que soy actualmente, para dar una idea, del deterioro al que te lleva esta afección. 

Durante estos últimos años, me aislé por completo, de forma total. No salgo de mi departamento. Todo lo hago online, y, lo que no puedo hacer, se lo pido a mi amiga. Si, hasta el día de hoy, me acompaña, por más que intentara matarla años atrás. Estoy medicada, con pastillas que son puro veneno. Pero, aparentemente, me ponen una frontera. Las dosis de estos fármacos, fueron aumentado con el tiempo, ya estoy al límite de lo que puede tolerar mi cuerpo. Y no estoy viendo muchas salidas a esto. Lamentablemente, sigo empeorando ya que no hay cura. Todos los días, ya es por ley, tengo que llorar y tengo mini ataques. Esto me llevo a intentar suicidarme el año pasado, me salvaron, si... pero ¿a qué costo? Desde ese momento, me pusieron a una persona que me cuida, una ayudante terapéutica, mi querida y odiada Mariana. Ella es como una extensión de mi cuerpo, me ayuda mucho. Prácticamente vive conmigo, el único día que estoy sola, es el Domingo. En teoría, Mariana, iba a ser algo temporal, hasta que mejore, pero bueno, parece que... no lo estoy haciendo. Desde el año pasado, que deje de trabajar. Si bien, lo hacía poco, hoy, prácticamente no lo hago. Solo elijo uno que otro proyecto, cada cierto tiempo. Eso me ayuda un poco, me da algo en lo que gastar mi tiempo. 

Estos mini ataques que me dan, suelen ser devastadores durante el día. Me consumen toda la energía. Una vez que Mariana logra calmarme, me quedo dormida, y no quiero volver a despertarme jamás. Debo confesar, que recientemente, se están volviendo más frecuentes, ya me paso a lo largo de este último año, que terminan en uno grave. Le dicen brotes. Cuando pasa esto, me tienen que llevar de nuevo a ese “establecimiento psiquiátrico”. Me quedo varios días, me diagnostican de nuevo, que prácticamente, es lo mismo de siempre. Pero, se han agregado algunas cosas. El diagnostico completo, es, trastorno bipolar, depresión mayor y trastorno límite de la personalidad. Siempre tuve miedo, de usar la palabra bipolar, pero hace unos pocos meses, dejé de tenerlo. Soy más abierta a contarlo. Todo esto que me pasa, me llevo, como dije más arriba, a terminar aislándome por completo. Pero, gracias a que existe algo llamado internet, encontré lugares, donde gasto mi tiempo. Lugares, donde me hacen olvidar esto que soy. Y puedo volver a reencontrarme, con Costanza. Hace unos poquitos meses, me abrí un poco más, pero, tengo que elegir bien con quien lo hago. No hay día que pase, sin que inicie las aplicaciones que uso, para ver si tengo algún mensaje. ¿Pueden creer? Hay personas que me escriben, quieren saber de , quieren ¿compartir momentos conmigo? Siendo honesta, no cuánto va a durar, esta faceta mía, hasta que me de algún brote seguramente. No quiero que se termine, solo pido, que dure un poco más. 

Reconozco, que la tristeza, de no poder corresponder a estas personas, que me prestan su tiempo, es muy grande. Trato de explicarles lo que me pasa, la gran mayoría, deja de hablarme, y está bien, no tienen porque aguantarme. Y por eso, tuve ganas, de escribir esto. Me voy a desnudar completamente. 

El año pasado, como mencione antes, intente terminar con mi vida, mediante la asfixia. Desde ese día, las cosas cambiaron aún más. Y voy a escribir algo, que nunca antes hice. Después de ese episodio, cuando regrese a mi departamento. No podía hablar, si bien, hace años que intento no usar mi voz, esta vez, ya era algo físico. Mi garganta quedo bastante herida, más específicamente, lo que llaman tráquea. Sufrí un desgarro en este lugar, y lleva mucho tiempo curarla. Todavía tengo todas las marcas en mi cuello. Al principio, intente taparlas con maquillaje, pero no era suficiente. Así que termine usando una bufanda o un pequeño pañuelo. Me dan mucha vergüenza que se vean. Desde entonces, me comunico mejor escribiendo, hasta con Mariana lo hago, casi siempre le escribo, y se lo muestro. Es mejor así, me defiendo mucho mejor con palabras. Lo , no está bien hacer esto. Pero, es el resultado, de la combinación, de todas las cosas que me pasaron. Cuesta un montón que entiendan esta parte, y no , como explicarla mejor. Tomando como referencia, el último año, creo que hable con mi voz, solo con 5 personas, incluyendo a mi amiga Belén y Mariana, en ese conteo. Si lo hago, es porque realmente estoy desesperada. Cuando hablo, mi cuerpo entra en un estado de incomodidad extrema, me da miedo todo, quiero correr, alejarme, cerrar todo y meterme debajo de mis sabanas, para que no me vean. 

El suicidio, es algo que también cuesta entender. Todo este tiempo, escuche un montón de teorías, de personas “normales”. Cosas como “Es débil, déjala que muera, que se joda” “Está llamando la atención” “Busca ayuda, no debe ser tan difícil”. Bueno, no es así. ¿Saben lo que una persona debe estar pasando? Para siquiera, considerar terminar, con lo más preciado que tiene, su vida. En mi caso personal, el suicidio, está siempre ahí, esperando. Es una salida, y las ideas para contenerlo se agotan todos los días. Si aplico la lógica, me termina dando la razón. Acá es donde Mariana, me ayuda, prácticamente es la razón más importante, por la que me acompaña, para que no lo haga. Yo, necesito, solo un empujón, para caer en este deseo. Uno muy pequeño... estoy caminando sobre capas de hielo, muy frágiles. En el fondo, ese día va a llegar, y lo se. Pero, no debo estar triste por eso, y los demás tampoco. Es un deseo interno, hay batallas que se ganan y otras se pierden ¿no? Y algo que deben entender, no todos los suicidios, son prevenibles. Tienen que entender eso. Y otra cosa. NO ES SU CULPA, lo voy a separar en silabas, NO-ES-SU-CUL-PA. 

A veces pienso, que pasara, cuando se apague mi corazón. ¿Volare entre las nubes?, ¿Soñare eternamente?, ¿Volveré a la vida con un cuerpo sano? O ¿Me volveré polvo estelar?... quien sabe. El miedo más grande que tengo, es que me olviden, eso, es algo que me hace anclar al deseo de vivir. 

Desearía ser otra persona, la Constanza que los demás se merecen. Entiéndanme, que no puedo o por lo menos, que me cuesta mucho. 

Quiero, que los demás, estén bien. El deseo más profundo que tengo. Es ver la felicidad en otras personas. Ayudarlos, a que sean su mejor yo. Deben entender, lo afortunados que son, de tener un cerebro, un poco más sano. A mí, me tocó no tener una familia. Y no hay día que pase, que no me invada el anhelo, de poder formar una. Una pareja, un/a hijo/a... algo. Que diga, Constanza, existió, y pasó por este mundo. Pero, seguramente, ese día, no va a llegar. Soy consciente de eso.

Amén, con locura, las cosas que lograron. Tomen 5 minutos de cada día, y volteen a mirar, todo lo que significa, que cada uno de ustedes exista. Digan a todos sus seres queridos, lo mucho que los quieren, y cómo iluminan tu día.

No sean boludos/as.

Hace tiempo, guarde un video, lo uso seguido, es como ver un poco de mi reflejo, en un espejo.





Entradas populares de este blog

Épocas

Transigir

Sinfonía agridulce