La balanza
Este año fue una película surrealista, como si todo hubiera transcurrido en mi subconsciente. Fue como si me viera en tercera persona, estaba ahí, si... pero no soy yo. Un año, donde fui honesta conmigo misma.
No puedo mentirme, son 12 meses de deterioro. Las cosas no salieron como los demás esperaban, pero, si como creí que iban a suceder.
Me repitieron una y otra vez, que todo iba a estar bien, que puedo conseguir las cosas que quiero. Si las deseo con mucha fuerza, van a aparecer. Solo tenía que levantarme, dejar de llorar y seguir. No los culpo, es una forma de ver la vida, sin entender la situación real. Gracias mi hermosa Mariana, por estar conmigo, y entender mis sentimientos.
El camino que recorrí, durante este año, me llevo a encontrar personas especiales y de lo más variadas. Pude crear lazos, algunos frágiles y efímeros, mientras que otros fueron resistentes y puede que eternos.
También, intenté sanar a la mayor cantidad de personas que pude. Esa sensación que tan bien me hace, ver su rostro feliz en medio de la tempestad.
Aprendí muchas cosas de estas personas, y me sacaron tantas sonrisas, que hacían mis días mejores. Me acompañaron en momentos oscuros, aun mientras les decía que se alejen y no molesten. Algunos, hasta lograron romper muchas de mis barreras. Y, son nombres que voy a llevar en mi corazón para siempre.
Pase mucho tiempo en un sanatorio, donde investigaron mi cerebro. Me mintieron más de la cuenta, pero logre entender finalmente que hay cosas, que no se pueden arreglar.
Recibí la peor noticia a finales de este año, algo que sabia dentro mío, pero no quería que fuera realidad. Mi cerebro se deteriora a una velocidad, que no estaba planeada. Ese día tuve tanto miedo, aniquilo muchos de mis sueños y deseos.
Este año, me di cuenta del valor de mi Lulu. Alguien que está cerca mío, sin importar las cosas horrendas que le digo. No sabría imaginarme una vida sin ella, es como una extensión mía. Algún día voy a liberarte de esta carga, por más que me odies, te mereces soltar esa mochila por el bien de tu salud.
Otra vez intente acabar con mi vida, pero nuevamente falle, aunque fue diferente. Un tema difícil de hablar y aún más encontrar alguien para hacerlo. Pero, no solo hablar, sino intentar que me entiendan del porqué de mis acciones. Una parte mía, no quiere seguir, es una lucha constante y silenciosa. Estas acciones, son la representación de las heridas que arrastro hace años. En el fondo, detesto que me digan todas las cosas que puedo tener, si tan solo lo intentase. Y, no se dan una idea cuanto me lastima, estúpidos... no es que no quiera ¿No se dan cuenta?
Algunos piensan, que mis problemas se van a evaporar por arte de magia. Solo necesito estar mejor... no entienden nada...
Hace poco me dijeron que soy una hipócrita, una verdad dolorosa que hay que aceptar.
Alguien me dijo, que está orgulloso de mi, esa frase me hace muy bien.
Entendí que muchos de los desenlaces que me pasan, son responsabilidad mía.
Me dieron muchas ganas de haber nacido a principios de los 80, tengo el presentimiento, que debe haber sido una de las mejores épocas para estar viva.
Por unos meses, se apodero de mí, la idea de ser una paleontóloga. Escarbar por el mundo y encontrar los ecos de la vida pasada.
También, tenía ganas de aprender un idioma raro, como el Magyar. Me da mucha curiosidad ese país, siento una conexión especial y no tengo idea del porqué ¿Tal vez tengo ancestros ahí?
Este año, leí una de las historias más desgarradoras de mi vida. Alguien que lee este blog me envió un mail, escribiendo sobre su vida. Las cosas que paso a lo largo de ella, desde comer de la basura, hasta la pérdida de su mujer. Sin dudas es lo que más amo de este blog, que me escriban contándome sus cosas. Tal vez puedo ayudarlos un poco.
Por primera vez, en mucho tiempo, me siento muy perdida. No tengo idea donde estoy parada, ni que va a pasar de mi en el próximo año. Estoy muy cansada, nada de lo que intente funciono como esperaba.
Tengo ganas de estar sola, y esperar lo que tenga que ser. Algo que pocos saben, es que la primera vez que intente morir, fue un día común, como cualquier otro. Simplemente paso, esta es una de las cosas que más terror me da, a la hora de tomar nuevas responsabilidades, no puedo hacerle eso a otra persona. Es un dilema que me mantiene despierta, mientras miro el techo por horas.
Hay una canción, que encontré este año y creo que refleja muy bien lo que siento. Voy a dejarla abajo, para dar un cierre a todo esto.
Mamá te extraño, Papá te extraño... quiero volverlos a ver, despertar una día y que todo haya sido un mal sueño.
Dios, te odio con todo mi corazón, pero sé que me perdonas. Solo estoy perdida y me gustaría volver a tu sendero.