¿Me das un respiro?



«¿Me das un respiro?» Es una frase, con la que estoy segura, que todo el mundo está familiarizado. Esos momentos cuando la vida nos golpea, con sus garras, arrastrándonos por brasas de la desgracia y dolor, una y otra vez. 

De estos momentos, nacen las preguntas ¿Por qué? ¿Por qué me pasa esto a ? ¿Que hice para merecer esto? La búsqueda de respuestas a esas preguntas, nos termina amargando nuestra vida. Rompe nuestro espíritu en mil pedazos, la angustia se apodera de todo nuestro cuerpo. 

Esos recuerdos tan vividos, que golpean mi puerta, a las 3 de la mañana y no me dejan sanar nunca. Los cuestionamientos constantes si vale la pena seguir, me desgarran mi corazón.  Me llena de terror pensar en mi futuro, todo se me va a degenerar. No... no quiero, no lo deseo... terminar así. 

Las emociones, simplemente suceden y tenemos que lidiar con ellas, pero no debería ser un proceso tan solitario. 

Nadie debería sentir, que sus problemas son minúsculos, y que no merecen consuelo y comprensión. Todo el mundo merece amor y afecto, un lugar cálido y acogedor, donde puedan refugiarse cuando todo parezca perdido. Una casa, una comunidad, un grupo, algo que alivie el dolor y nos provoque risas, para olvidar esos malos momentos. 

 

Hoy tuve una fantasía, tener un superpoder que pueda sanar las heridas, provocadas por los traumas emocionales. Esos corazones rotos que deambulan por el mundo, buscando una explicación que nunca van a encontrar. 

Entradas populares de este blog

Épocas

Transigir

Sinfonía agridulce