Tormenta de ideas
Te veo, ¿me ves?
Que placentero es este sentimiento
Ese momento, en el que me sostenes
Te extraño
Lo siento, di lo que tenia
Para demostrarte que lo estoy intentando
Las cenizas de lo que fui, caen lentamente
Tu voz me consuela
Te lo hare saber, si necesito hablar
Es una dicha eterna
Espero que lo entiendas
Ese sentimiento, de perder el control
Una pregunta, que no quiero hacer
Estoy contando una historia, entre risas y lagrimas
Estas cerca, y eso me calma
Estuve esperando este momento
Donde estaré sola
Para pedirle a las estrellas
Que me guíen de nuevo a mi hogar
Del que nunca debería haber escapado
Mis pensamientos, tan ansiosos
El rostro, se me llena de lágrimas silenciosas
Mientras esta enfermedad, me arrastra como una tempestad
Deseo la tranquilidad y estabilidad que me robaron
Mi corazón, quiere escapar de este laberinto
Soy un engendro de la dualidad e inestabilidad, mi cabeza es una estampida de mala ideas. Tengo la forma de una muñeca, físicamente sana, pero en el interior no poseo nada. Que sentimiento tan mohíno
Pensar que en el pasado era más gallarda, hoy me miro al espejo y no reconozco lo que soy. Es como si la persona que creí ser, era una identidad prestada, que se está diluyendo entre las fisuras de mi alma. Tal vez soy esto, era el destino, hay cosas que no tienen cura y tengo que aceptarlas de alguna manera. Tampoco es que me genere placer hacerlo, no hay escapatoria... estoy forzada a encadenarme.
El ansia de estar sola cada vez es más firme, la verdad, cuando acoges ese sentimiento con sinceridad, no es tan malo, aunque es muy destructivo para los seres humanos.
Solo dejar pasar el tiempo y ver que resulta de toda esta putrefacción. Tantas mascaras que use a lo largo de mi vida, hoy tienen un precio que pagar. No tengo ganas de hacer nada... solo dormir, dormir y perderme en la anestesia que me dan mis sueños.