El día que deje de crecer
Cuando era pequeña, me enseñaste el valor de caminar la vida con la mayor honestidad posible, dándole un valor inmenso a cada persona en este planeta. Te extraño mucho, me haces excesivamente falta, no logro entender porque te arrancaron de mi vida así.
Nunca voy a olvidar el cariño que me brindabas, sabiendo que por dentro estabas destruido por Mamá, fuiste muy valiente, ahora de más adulta puedo entender la tristeza que tenía guardada. Te quitaron al amor de tu vida en unos pocos meses, y te refugiaste conmigo todos esos años que pasamos juntos.
¿Recordás esas noches jugando en la compu? Claro que sí, sentada a tu lado mirando lucecitas en la pantalla. De a poco iba aprendiendo, y sé que te hacía sentir orgulloso cuando podía superar algún nivel de un juego. Te encantaba jugar, te llenabas de felicidad cuando hablabas de ellos, como si tuvieras un conocimiento gigante sobre este tema. Mírame... seguí tus pasos, no soy tan buena como lo eras, pero puedo defenderme bien, además, me gustan tanto como a vos. Esto es una parte de tu legado, que lo llevo conmigo, porque te amo y quiero que vivas conmigo esas experiencias que voy ganando. Hoy entiendo porque eran tu refugio, y te juro que voy a defender a muerte todas las cosas que me enseñaste sobre ellos. Hay días que me gusta pensar ¿Como seria jugar con vos hoy? ¿Te imaginas? Es una sensación hermosa, pero practicaría todos los días, solo para poder ganarte siiii...
El día que te fuiste, no pude comprender lo que me iba a tocar vivir más adelante. Llego mi adolescencia ¿Me estuviste observando no?... Ese día, cuando pensé, que deshacerme de todas tus cosas era una buena idea. Belén me ayudo, aunque no estaba nada convencida, a despojarme de todas tus pertenencias, o por lo menos de casi todas. Fui una pelotuda, pensé que de esta forma podía dejarte ir, y tal vez superar esa limitación que tenía dentro mío, fui una estúpida perdóname por favor. Si no fuera por mis sueños, no recordaría tu voz, que injusto que es mi cerebro.
Durante mucho tiempo no pude poner palabras a lo que me pasaba, hasta hace unos años, cuando vi un video de Benito Cerati, donde contaba su experiencia. En un momento dijo la frase justa, que calza perfecta con lo que siento... “El día que mi papa falleció deje de crecer”. Si, eso es lo que siento, me quedé en el tiempo, nunca pude madurar a una persona adulta. Hoy tengo 28 años, pero soy la misma niña de hace19 años atrás. Me comporto como una inmadura, no soy seria en ningún aspecto de la vida, y hasta a veces, me suelen decir que soy demasiada inocente. Niña tonta, a veces me dan ganas de ahogarte, hasta hacerte desaparecer, pero sos parte de mí y me gusta ser así, por más que no encaje socialmente con nadie, soy esto y me gusto.
Hoy no me queda nada tuyo, solo algunos CD de música y una campera, la cual está en mi cama. Me gusta usarla para taparme cuando tengo frio, es muy raro, porque siento tu aroma en ella, pero no es real. Es como estuvieras conmigo un ratito... muchas veces la use para secar mis lágrimas.
Te extraño mucho Papá, me gustaría estar con vos, pero sé que me vas a retar si lo hago. Aun así, sé que me vas a perdonar, gracias por darme la vida y estar conmigo el tiempo que pudiste.