No



Manía, manía, manía... tu resonancia me abre los ojos. Estaba claro, que cada quien cumple su función en este ecosistema amargo, los bucles están listos y en marcha nadie va a escapar. La esclavitud persistente en nuestras mentes, nos hacen pagar platos rotos, que no nos corresponden. 

Consejos y más consejos, todos vacíos, nadie puede revelar lo que hay detrás de escena. Esa cosa que se está gestando y no podemos verla, nos va a calcinar completamente. 

Me quede sin tiempo, el combustible más valioso, lo intente tantas veces que ya me da risa. Te busque durante temporadas eternas , atravesando todas esas madrigueras de conejos. 

Eras blanco, rápido y cruel, nunca pude sostenerte en mis brazos. Cuando me di cuenta, el reloj marcaba el final de los tiempos. Mi vida entera consumiste, y termine con las manos vacías. 

Si tan solo me explicaras, donde debo estar, todo sería más fácil. Solo pido una señal, nada alborotadora que me guie de vuelta a mi línea temporal. 

Me queda una cosa para comerciar, y es mi vida, ¿cuánta ansiedad debes sentir? que intentaste recolectarla durante tanto tiempo. Tantas suplicas que hice, no bastaron para impedir que tus garras me perforen completamente. Reinicias el reloj cada cierto tiempo, solo para verme consumida por la angustia. 

Aquella promesa de un bajel listo para navegar, que nunca cumpliste, fue toda una mentira... entonces ¿Que son esas imágenes que me mostras?. Fui estúpida en creer que se podía cambiar este ecosistema 

Todo sigue igual, se suponía que, si las cosas cambiaban lo suficiente ibas a dejar salir el sol por un rato. Traidor sin reparos, no voy a olvidar nunca tus falsas sonrisas. 

Ese día me perdonaste la vida, inyectando una sensación de prosperidad, que nunca iba a lograr y lo sabias. Te divierte, esa obra de teatro donde las lágrimas recorren todo mi rostro. 

La ponzoña arrasa a su paso, los pocos que creen poder domesticarla, se quedan a su lado alardeando su fortaleza. Pobres almas no se dan cuenta, que al final, terminan corroyéndose bajo el trono de su amo y señor. 

No necesito que nadie me explique, que la vida puede ser hermosa, tengo dos ojos y un cerebro lo suficientemente creativo como para saberlo por misma. Simplemente, hay más cosas del otro lado que acá. 

Las respuestas sobre ese nuevo lugar son extremadamente inconsistentes, llenas de teorías, que no dejan de ser eso, UNA TEORIA. No pueden explicar que hay más allá de ese telón. 

Cuidado, que, si vivo lo suficiente voy a lograr descubrirte. En este momento solo puedo ver tus pequeños destellos de oscuridad, pero créeme, el día que logre identificar tu verdadera forma, voy a arrancarte los ojos. 

Entradas populares de este blog

Épocas

Transigir

Sinfonía agridulce