¿Por qué no me pediste ayuda?

 




Este mundo actual es muy cruel, ya no nos importan los demás, todo gira alrededor del individualismo, el dinero y la falta total empatía. ¿A dónde nos están arrastrando? ¿Quiénes nos arrastran? ¿Podemos ver a esos seres?... 

Dia tras día nos despojan de nuestra humanidad, de eso que nos hace únicos. Nos van aislando de a poco, para que perdamos nuestro sentido de pertenencia, estamos al borde de la soledad absoluta. Nos quitan nuestro tiempo, llenándonos de ideas erróneas y éxitos de barro. 

Nos ponemos vendas en los ojos, no queremos ver que hay a nuestro alrededor, no podemos perder tiempo en ayudar a los demás. 

Nos tapamos los oídos, no queremos escuchar los problemas de los demás, solo nos retrasarían en nuestra búsqueda del éxito. 

La empatía y el amor son objeto de burla, las bastardean continuamente, es un camino que no es digno de tomar. Sos débil, inútil e imbécil si lo haces. 

Caminamos por ese bosque oscuro, ignorando los gritos de ayuda de quienes se quedaron atrás. 

Vas a morir, tu dinero va a pasar de mano en mano y a nadie le va a interesar de donde provino. Tu éxito va a ser tomado por terceros, y usado en beneficio propio para su agenda egoísta y conveniencia. 

 

¿Por qué no pediste ayuda? 

  • - Por el miedo al rechazo 

  • - Por no incomodar 

  • - Por no ser una carga para los demás 

  • - Porque no tengo valor 

  • - Porque estoy cansada, y no tengo fuerzas para hacerlo 

  • - Porque soy inútil, y no encuentro un camino 

  • - Porque estoy perdida 

  • - Porque el dolor no se va a ir, es para toda la vida 

  • - Porque la balanza se inclina hacia la perdicion 

  • - Porque no hay salvación 

  • - Porque extraño 

  • - Porque no voy a curarme 

  • - Porque lo deseo


No... “Vas a estar bien”, “no estes triste”, “ya se te va a pasar”... 

No... no lo digas, escucha... intenta llegar a la resonancia de sentimientos, que guarda la otra persona. 

Las paredes hablan, esas voces que escucho o me imagino, no que son. Mis sueños del pasado me mantienen cuerda, son los testigos de que realmente existí. 

De a poco voy olvidando mis recuerdos, voces que no identifico, rostros que deberían ser familiares, pero se pierden en la fisura entre la realidad y la fantasía. 

Los fármacos toman el control, me dicen como actuar, anulan lo que fui para darme una nueva identidad. 

Me alimento de la fantasía, es el único combustible que no se me agota.  

Estoy convencida de que los demonios existen, trato de observarlos, pero se ocultan con excelencia. Se que están deambulando cerca mío, tuyo, de todos... 

De noche, cuando estoy sola, siento que me observan, trato de no dormir para que no se apoderen de mí. Espero hasta que salga el sol, y ella llegue, y de esa forma poder dormir con un poco más de tranquilidad. Sería el último remate, que estos seres me quiten mi única llave, para volver a nacer en otro mundo... Mi alma. 

Oooh... cordura ¿Dónde estás?








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