Volátil



Que amargura... estoy escribiendo desde el celular, seguramente carezca de sentido y la gramática sea una porquería, pero necesitaba sacarme estas ideas de mi cabeza. 

Estoy bien, estoy feliz, me invadió la alegría estos días tantas cosas por hacer, mi cerebro me dio un respiro. Tenía la esperanza, de que esta vez, era la definitiva. 

Voy a dormir, como todos los días, de a pequeños tramos, una hora durmiendo, dos despierta, dos horas durmiendo, cuatro despierta... un hábito que me hace perder el eje de la realidad. A veces me despierto y no que día es, o que se suponía que estaba haciendo unas horas atrás. 

Ayer se activó el mecanismo, el cambio de fase, me levante de la cama sabiendo que, ya no es tan divertido estar despierta, preferiría seguir durmiendo unas cuantas horas más. Vuelven los sueños sin sentido, cargados de oscuridad y poca realidad. 

No quiero levantarme, dormir es el objetivo diario, la razón por la cual seguir respirando. Ooooh... tenía la esperanza de que iba a durar un poco más... 

Me resulta muy extraño, este último tiempo, cada vez que despierto siento como si tirase de una ruleta, la cual va a decidir mi ánimo durante las próximas horas. No entiendo muy bien que está pasando, estoy bien por un rato y luego todas las luces se apagan. Busco estímulos constantes para que estas luces sigan encendidas, por un rato más. 

Una vez que el estímulo se termina, vuelvo a golpearme con la realidad, me cuestiono todo el tiempo mis ganas de levantarme una vez más. 

Es como si mi percepción de la realidad, estuviera totalmente alterada, me despierto pensando que vivo en otra realidad. Ayer salte de la cama, creyendo que el amor de mi vida, seguía estando conmigo. En el momento en que caí en la realidad, mi cuerpo se puso helado, no pude aguantar las lágrimas. Dos horas completas gritando una y otra vez ¿¡Por qué me pasa esto?!... ¿Por qué juegan así con mis sentimientos?... 

Perdí la cordura por unos momentos, mis lagrimas cesaron, pero apareció la ira como respuesta emocional a esto. Si... quería golpearte y lastimarte, no me das ninguna respuesta, solo me cuestionas todo lo que hago. Intente atacarte sin piedad, para , eras la culpable de que todo esto sea así, me prometiste que iba a ver la luz de forma más seguida y no es así. Esas pastillas de mierda, hacen que mi cerebro explote de confusión, no si estoy soñando, flotando o viviendo en una especie de vida prestada. 

Cada vez que me abro mis ojos, es como si me tocara una personalidad diferente, un día algo me gusta, y a las pocas horas me causa repulsión con solo pensar en ello. Me siento cómoda con una situación y luego me causa incomodidad ¿Que mierda es esto?... Empiezo a olvidarme de las cosas, esto no me causa ninguna gracia, soy buena recordando y tomando fotos mentales de los sucesos más importantes de mi vida. Tanto los buenos como los malos, pero se están empezando a mezclar, ya no tengo tan claras mis ideas. 

Desde noviembre del año pasado que siento estas cosas, como si ya no me importara nada. Sonreír, se me hace cada vez más difícil, es una lucha interna constante, el intentar mostrar algo bueno todo el tiempo, mi cerebro y corazón chocan en todo momento. Por un lado, el deseo de hacer feliz a los demás, buscar ayudarlos, y sentirme completa gracias al amor que me dan. Y por el otro, las ganas de decir basta, no me molesten más, quiero estar sola, los odios... 

Ese deseo tan profundo, de formar parte de algo, quiero pertenecer a algún lugar, los años pasan y no encuentro mi rincón en el mundo. 

Esto es producto del desamparo que siento, una idea retorcida constante, al haber perdido toda mi identidad, busco remplazar ese vacío que siento, intentando desesperadamente encontrar un lugar donde me sienta segura y querida. Es tan difícil... soy la piedra en el zapado de los demás, no puedo ofrecer grandes cosas, y eso me limita en gran medida a encontrar ese refugio que tanto deseo. Si... DIFERENTE, es la palabra que siempre me sale... me gustaría ser diferente... ¿cuántas veces lo repetí?. 

Es tan triste, vivir de sueños... 

Muchas veces, antes de quedarme dormida, me invento situaciones con las pocas personas que conozco. Me imagino visitando y compartiendo momentos, con personas que conozco, pero ellas no saben que existo. Como si buscara desesperadamente tener contacto con alguien, situaciones irreales, que no existen. Mi cabeza genera imágenes a toda velocidad, mostrándome un universo delirante. Esas personas ni me registran, pero yo me las imagino, les doy un rostro, una identidad, y me inserto en esa realidad. Imaginando que estoy con ellos, que formo parte de su círculo de amistades, no lo ... es muy raro de explicar y peor, que lo entiendan. Estoy sumergida en un encierro descomunal, la falta de calor humano, está haciendo destrozos en mi mente. 

¿Por qué?... esa pregunta que tanto me hago, y no tiene respuesta. Como deseo que me amen y me den afecto, lo mendigo todo el tiempo, no de que otra forma gritar, para que me entiendan. ¿Por qué me tiene que costar tanto?... Si... me dicen puta, que intento llamar la atención, que estoy loca. Ya no lo tengo claro, es como si buscara interacciones con los demás, para que sepan que estoy viva. Estoy ahí, esperando a que me hables y me digas hola, solo con eso dibujas una sonrisa en mi rostro. ¿Es mucho pedir? Ódiame, maltrátame, no me importa, solo haceme saber que estoy viva. 

Que personalidad tan vomitiva ¿no? Solo suplico un poco de afecto, el que te sobre por ahí. No sean tan crueles conmigo. 

Hora de volver a mis sueños, a la espera de algún estimulo que, me haga levantarme de mi cama. 

Entradas populares de este blog

Épocas

Transigir

Sinfonía agridulce