Psicomaquia
Por suerte nunca me gusto el alcohol, jamás tuve una borrachera, pero si bebi alguna que otra cerveza para “encajar”. He visto lo que sienten los demás cuando están en este estado, y creo que podría decir que se parece bastante a mi manía.
Los instintos empiezan a cambiar, mis inhibiciones y prioridades dejan de ser las mismas que tenía hace unos días atrás.
Digamos que mi sentido de YO se transforma por completo. Mi escala de valores se altera, de repente creo que la violencia tal vez es la solución y hasta podría justificarla. Las prioridades realmente se descontrolan, a veces me obsesiono con algo y lo quiero ya mismo. Y lo más importante... la idea de que haya consecuencias en mis actos deja de existir completamente.
Imaginen esta mente mía, que tan bien me funciono años atrás, se termina fragmentando para volver a formarse de una forma desconocida. Simplemente sigo lo que los impulsos me dicen. Para explicarlo mejor, sería algo así como: Siento lo que siento y lo único que parece lógico es actuar según eso. Entonces de golpe empiezo a perder el filtro, porque no me doy cuenta de que mi comportamiento es incorrecto.
A esto le sumas los episodios de psicosis donde mi querida mente, en la que tanto confié, me empieza a mostrar cosas que no existen. O también empiezo a delirar, de golpe creo que soy una especie de ángel, y debo corregir la brújula moral de los demás. Y si no lo hago, estaría incumpliendo mi propósito en la vida.
Esto es solo el lado maniaco, porque todavía no mencione la depresión. Digamos que es parecido, pero al revés. Esa mente en la que confiaba empieza a jugarme en contra, te dice que no vales absolutamente nada. De pronto, todo deja de darme alegría, las cosas que normalmente me motivan pierden todo el sentido. A esto se le suma la fatiga, el dolor corporal y muscular generalizado. Levantarme y moverme se vuelve una tortura. De esta forma termino cayendo en una especie de higiene básica, solo eso. No soy capaz siquiera de mirar un dibujito animado, solo quiero dormir hasta morir.
En este periodo los demás te miran desde afuera, y se preguntan ¿Por qué esta boluda no se pone las pilas y lucha contra la depresión?... Y sí, claro que quiero estar mejor, pero el simple pensamiento de existir es doloroso. Estos factores se agravan aún más, por ejemplo, desde mi experiencia y vida, cuando no tenés una red de contención familiar que pueda sostenerte, empecé a empeorar rápidamente con el paso de los años.
¿Y saben que es lo más tenebroso para mí? El saber que cada vez que se desatan estos ataques, sobre todo los maniacos, mi cerebro se deteriora. No es broma, se daña de a poco. Por supuesto, este es mi caso, y el que me tocó vivir.
Después están los fármacos, que tienen efectos secundarios horribles, entre los controlables, como las náuseas, mareos y falta de apetito. Hasta los más graves, como la falla de mi memoria, lagunas mentales, recuerdos borrosos, motricidad lenta y torpe...
¿Quieren una historia de amor, que fue una mierda?
Esa persona que me amaba me dijo que se hartó de mí, y que lo volvía loco. Me dijo que todo lo que hacía en mis “episodios” maniacos o depresivos los interpretaba como que ya no le importaba más, ni él, ni la mismísima relación. Estaba tan entregada a ese pequeño rayito de luz en mi vida, que resistí esas palabras tan duras, tan tristes y profundas.
Los últimos días fueron malos, yo no tenía ni siquiera fuerza para hablar. Me dijo una cosa, algo así como “intentar arreglar las cosas rotas te lleva a la locura”. El punto de quiebre más grave fue una noche, donde bruscamente me desperté, y semi dormida intente apretarle el cuello. Me termino mandando a volar de la cama, contra la ventana. La verdad, que estaba más asustando él que yo. Obviamente no le atribuyo ningún tipo de culpa por este comportamiento, ya que sinceramente, si me pongo en su lugar actuaria igual. Lo que pasa, es que me dejo una marca grande, años atrás ya me había pasado algo similar, pero con el hermano de mi amiga. Son cosas que me marcaron, y de forma muy negativa, porque me hacen preguntarme constantemente si soy peligrosa, y si alguna vez me encuentro en la misma situación me podrían pegar, y que eso ocasione algo aún peor en mi cerebro.
Lo más triste de todo esto, es que ya me conocía de hace mucho tiempo... AÑOS. Y sabía que tenía esta enfermedad de mierda. Nunca le mentí, le dije la verdad de cómo era. Supongo que cuando te topas con la realidad, te das cuenta de que no era tan fácil como creías. Solo querías una novia, y sacarte las ganas de estar conmigo. Después, el resto, no lo pudo aguantar.
Si... esto es lo que más me duele, y me fui dando cuenta de a poquito. Claro, estaba tan enamorada que me tenían comiendo de la mano, y no podía ver más allá. Es como dar amor sin importar las consecuencias.
Y perdón que repita, pero aun así de triste como fue, todavía es peor. Porque fue mi única historia de amor. De joven nunca pude, y ahora creo que no resistiría pasar por lo mismo otra vez.
Me canso de decir lo que soy, pero parece que no se dan cuenta porque lo hago. No me tiro mierda a mí misma, podría decir que es para protegerlos a ustedes de mí, pero tampoco sería 100% honesta. Así es... también es para protegerme a mí, de verdad. Si me brindaran ese amor nuevamente y luego termina todo mal, estoy segura de que no volvería a levantarme de mi cama.
Hay días como hoy, donde siento que voy en un auto a máxima velocidad. No puedo frenar, pero si controlar el volante. No quiero estar en este auto, pero estoy atrapada de por vida. Intento no atropellar a los demás por el mayor tiempo posible, pero es irrealizable evitar lastimarlos a todos ustedes. Así que no me queda otra que gritar perdón, a cada persona que conozco. Debo vivir con la devastación que traje a la vida de las otras personas.
Aun si me mienten, sé que lastimo profundamente. Y realmente me molesta que no me dejen llorar y pedirles perdón a mi manera. PORQUE LO SE, sé que algunos de mis comportamientos están mal. Déjenme sufrir como corresponde, es una forma de aceptar las consecuencias y responsabilidades.
El gran anhelo que tengo hoy es ser de servicio a los demás. Realmente quiero ayudar de cualquier forma. Hay veces que intentar hacer esto, me termina pasando “factura” después. Todos los días me voy rompiendo un poco, pero es lo que elijo, ser de servicio.
Estoy pensando seriamente en dejar de tomar tantos fármacos, realmente me gustaría ver en que me transformo. Mi versión original. Que dure lo que tenga que durar, días, semanas o meses. No quiero irme de este lugar sin conocer el ciento por ciento de mí.